Encender una chimenea fácil

Encender una chimenea puede parecer un desafío pero no tiene por qué ser complicado. Siguiendo estos sencillos pasos, podrás disfrutar de un ambiente cálido y acogedor en tu hogar. ¡prepárate para relajarte junto al fuego!

Prepara el espacio para encender tu chimenea

Antes de encender la chimenea, debes asegurarte de que el área esté limpia y libre de obstrucciones. Retira cualquier objeto inflamable que esté cerca y verifica que la chimenea esté en buen estado. Limpia el conducto si es necesario, ya que la acumulación de hollín puede dificultar la ventilación y causar problemas de seguridad.

momento chimenea

Antes de encender el fuego, debes abrir el tiro de la chimenea y esperar una media hora para que haya el oxígeno necesario como para prender y mantener el fuego de la mejor manera posible. Si es la primera vez durante el año que enciendes la chimenea, es mejor abrir el tiro durante una hora aproximadamente.

Materiales para encender una chimenea

Para encender con éxito una chimenea, debemos empezar con el combustible adecuado. En este caso, queremos que leña que encienda fácilmente y siga ardiendo hasta que el fuego se asiente.

Leña seca: Asegúrate de que la leña esté bien curada y seca, ya que la leña húmeda producirá más humo y menos calor.

  • Yesca: Ramas finas, piñas, papel arrugado…
  • Astillas o madera pequeña: Estas ayudarán a encender la leña más grande.
  • Pastillas de encendido: Esto es algo opcional, pero facilita el inicio del fuego.

Construye la Base del Fuego

Hay diferentes métodos para apilar la leña, pero aquí te presentamos dos opciones populares:

Método del tipi: Coloca las astillas en el centro y forma una estructura en forma de tipi alrededor de ellas con la leña más grande. Deja espacio para que el aire circule.

Método del lecho: Coloca una capa de astillas en el fondo y luego apila la leña más grande en forma de cuadrado alrededor de las astillas.

Método de cabaña: Coloca un tronco en horizontal y dos troncos en cruz sobre él, dejando espacio en medio para las ramas finas.

Leña para chimeneas

Enciende el Fuego

Una vez que hayas preparado tu base, es hora de encender el fuego:

Coloca la yesca (ramas finas o papel) en el centro y, si usas pastillas de encendido, colócalas también. Enciende la yesca y asegúrate de que haya suficiente ventilación abriendo las puertas o ventanas si es necesario. Una vez que las ramas comiencen a arder, añade troncos más grandes gradualmente.

Mantén el Fuego Controlado

Una vez que el fuego esté encendido, añade lentamente piezas más grandes de leña para mantenerlo. No sobrecargues la chimenea, ya que esto puede sofocar el fuego y generar humo.

Disfruta del Calor

Ahora que tienes un fuego acogedor, siéntate y disfruta del calor y la luz que proporciona. A medida que el fuego se estabiliza, puedes ir añadiendo troncos más grandes. Asegúrate de no sobrecargar la chimenea para permitir una buena circulación del aire.

Recuerda siempre supervisar el fuego y nunca dejarlo desatendido.

Apaga el Fuego Correctamente

Cuando termines de usar la chimenea, asegúrate de apagar el fuego correctamente. Deja que las brasas se enfríen completamente antes de desecharlas y cierra las compuertas para evitar que el humo entre en casa.

Si tienes algún otro consejo o truco para encender chimeneas, compártelo con nosotros.